sábado, 11 de febrero de 2012

'Algún día te van a partir la boca'



Con la mente un tanto atrofiada, desorientado, inundado por las dudas y, quizás, no en mi mejor momento, inauguro mi primer blog. Más quizás con ánimo de comenzar a dominar las posibilidades que me ofrece la red en aras de reciclarme, que por el simple hecho de tener un hueco donde dejar mi impronta.
Pero dicho esto, reconozco que ya que he llegado, me apetece dar una visión más de lo que nos rodea; la mía. Imperfecta, pero que tratará de ser respetuosa, como creo que soy yo, en serio, lo creo. Y con esto, ésta será la última vez que hable de mí aquí, más que nada porque no he creado este espacio con ese fin, ni me gusta hacerlo. De todos modos se dejará entrever como soy, eso seguro.
Sin prometerme asiduidad por este lugar, sí quiero prometerme afán crítico. Ese que tanto tiempo llevo acumulando y, por suerte, aquí puedo exhibir. No llego para agradar ni lamer culos, porque me estaría traicionando, cosa que en ocasiones he hecho, y que me provoca un desasosiego difícil de explicar.
Soy periodista, miento, más bien un proyecto... He tenido la mala suerte de salir de las aulas y lidiar con este panorama desalentador en el que hoy nos vemos todos sumergidos. Bueno, no todos, soy de los que creen que épocas de vacas flacas, como ésta, están definidas no por una disminución de las opciones, sino por un mal reparto de ellas. Por este motivo, y por desgracia, mi experiencia en esta profesión es escasa, casi nula.
No pienso informar aquí, a pesar de que es lo que más me gusta, pues yo no trabajo sin cobrar. Lo siento. Y lo siento por aquellos que sí lo hacen. Créanme cuando digo que les entiendo, pero con la trayectoria que las empresas de comunicación nos están obligando a forjar, esta profesión llegará a ser una de las más precarias si no lo es ya. No voy a ser partícipe de eso, por mí, por vosotros y por los que vendrán.
Sin alargarme más, que solo estoy inaugurando, aviso de que aquí se encontrarán análisis indiscriminados, sin límites ni criterios de temáticas variadas; sin pies ni cabeza.
Una oportunidad de ofrecer mi perspectiva, aquella por la que desde pequeño mi madre me decía: "Ten cuidado con lo que dices y donde; que algún día te van a partir la boca". ¡Pues no lo han hecho! Y, a estas alturas, ya no me voy a morder la lengua...